Mirar el reloj, la misma hora, no ha pasado ni un minuto desde que lo miraste por última vez. El tiempo no asa. Tienes ganas de verle pero estas nerviosa, y no sabes que va a pasar. El cielo está despejado, el sol pica, hace calor. Entonces abres el armario y empiezas a buscar que te vas a poner, has decidido tu ropa favorita: un vestido verde lima claro. Entonces te vas a la ducha, tardas un poco. Miras la hora, queda media hora. Piensas que no te va a dar tiempo, te das prisa, te maquillas, te peinas y te vistes. Diez minutos. Te pones delante del espejo, estás perfecta. Vas a salir por la puerta de tu casa cuando te suena el móvil. Es un mensaje suyo, dice que no puede ir...